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Momentos de una vida. Hermosa y conmovedora historia sobre el paso del tiempo
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El director Richard Linklater quiso implicarse hace 12 años en un proyecto cinematográfico sin precedentes: fusionar el tiempo ficción de la pantalla con el tiempo real de los personajes, ficción y vida fundidos magistralmente. Doce años durante los cuales, unos cuantos días al año, el equipo se reunía para continuar el rodaje, arriesgándose a que durante estos lapsos de tiempo se produjeran cambios negativos en los actores, habida cuenta además de que Richard no les permitió ver la cinta hasta el montaje final. El resultado, una hermosa, inquietante y conmovedora historia sobre el paso del tiempo en una familia, sobre su poder modelador y demoledor pero también sobre su poder como constructor de momentos dulces y placenteros.
Durante los 165 minutos de proyección asistimos a los diferentes momentos de un matrimonio divorciado con dos hijos. A la lucha de una madre (Patricia Arquette) por sus estudios, su trabajo, su turbulenta vida privada y por sacar adelante a sus hijos. A un padre (Ethan Hawke) que no obstante llevar una vida poco convencional, sabe transmitir toda su vitalidad y cariño a los hijos. Y principalmente al difícil viaje que recorre el camino de la niñez a la adolescencia de los dos hijos (Lorelei Linklater y Ellar Coltrane) con sus ilusiones pero también con sus decepciones y fracasos. Los niños aprenden y experimentan, los padres actuan según lo aprendido y experimentado.
Como telón de fondo, aquellos acontecimientos políticos que marcaron los distintos tiempos: el 11-S, el presidente George Bush, las elecciones con Obama de candidato, etc... pero sin pretensiones ni reflexiones, simplemente como fiel acompañante de nuestro propio relato vital.
Sin recurrir a viejos tópicos o a sentimientos azucarados. Sin caer en el dramatismo facilón o en alardes innecesarios, el director sabe mantener el ritmo y la fuerza narrativa, fiel a su estilo, consciente de que la excelencia no tiene por qué estar reñida con la sencillez y naturalidad.
Película que parte de un ambicioso y arriesgado proyecto pero, dado el excelente resultado, me atrevería a afirmar que si R. Linklater no existiera habría que inventarlo.
Textos: Núria Farré. facebook@cinemaperaestudiants.cat
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